Preguntas frecuentes

Resolviendo dudas sobre Vitamina D y los productos Solvilit ®.

La vitamina D es una vitamina liposoluble imprescindible para nuestro organismo, especialmente durante los primeros años de vida, con innumerables beneficios para nuestro organismo. Ocupa una posición especial entre las vitaminas, ya que puede ser ingerida a través de la dieta y producida por el propio organismo. No se trata de una sola vitamina, sino que de un grupo que abarca desde la D3 a la D5. Sin embargo, son solo dos las que cumplen funciones en el organismo humano:
  • vitamina D2 (ergocalciferol), de origen vegetal.
  • vitamina D3 (colecalciferol), de origen animal.
Además, están sus derivados naturales y sintéticos (calcifediol, calcitriol, etc.…).
La vitamina D juega un papel muy importante en el organismo para la salud y el bienestar general. Participa y actúa como reguladora de infinidad de procesos corporales, actuando sobre muchos órganos y sistemas de nuestro cuerpo. Por ejemplo, se sabe que la vitamina D:
  • es esencial durante toda la vida para el desarrollo, funcionamiento y mantenimiento de los huesos sanos, contribuye al funcionamiento normal de los músculos, reduciendo el riesgo de caídas relacionadas con la inestabilidad postural y la debilidad muscular.
  • es fundamental para la correcta absorción y aprovechamiento del calcio y fósforo por parte del organismo contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario, manteniendo nuestras defensas en buena forma.
  • es importante para la división y la especialización celular desempeña un valioso papel en la secreción de insulina y regula la presión sanguínea estudios más recientes, pendientes de confirmación, apuntan a que la vitamina D tiene también funciones en patologías como cáncer, diabetes, alteraciones cardiovasculares, alergias…etc.
  • El 90% de la vitamina D la obtenemos través de la exposición al sol. Es suficiente exponerse entre 10-15 min, tres veces a la semana. Es la fuente más importante de vitamina D.
  • El 10% restante la obtenemos a partir de los alimentos, principalmente de origen animal. Las mejores fuentes son: pescados azules, yema de huevo, carne, queso, leche, mantequilla, aguacate. Las frutas y verduras apenas contienen vitamina D.
  • Cuando estos aportes naturales son insuficientes, podemos recurrir a los suplementos alimenticios.

La vitamina D2 procede de un aporte alimentario esencialmente vegetal. Es producida por algunas plantas y hongos en respuesta a la luz UV del sol.

La vitamina D3, además de tener un origen alimentario animal (especialmente pescados grasos y yema de huevo), es también la forma que se sintetiza cuando la piel se expone a los rayos del sol. La vitamina D sintetizada de esta manera es la que representa la mayor parte de la vitamina D circulante en el cuerpo. Por esa razón se aconseja exponerse lo más posible a la luz natural.

Para ser biológicamente activas, ambas vitaminas, D2 y D, se metabolizan en el hígado en calcifediol. El paso de éste a los riñones provoca seguidamente la liberación de calcitriol, la forma activa y utilizable de la vitamina D. No obstante, se ha demostrado que la vitamina D3 aumenta de manera más importante el nivel de calcitriol en el organismo. Por otra parte, la vitamina D2 es menos estable (más sensible al calor y a la humedad) que la D3.

Hasta un 50% de la población mundial presenta déficit de vitamina D. Los responsables de esta carencia son la falta de sol y una dieta pobre en nutrientes.

La consecuencia de una exposición regular al sol cada vez menor (uso de protectores solares, menos tiempo al aire libre, …), de que son muy pocos los alimentos que contienen vitamina D de manera natural y en cantidad suficiente, y que las necesidades de vitamina D aumentan con la edad, es que actualmente la deficiencia de vitamina D afecta a una gran parte de la población a nivel mundial.

En definitiva, el estilo de vida actual hace difícil en muchas ocasiones obtener cantidades suficientes de vitamina D a partir de las fuentes naturales (exposición al sol y alimentación) para cubrir las necesidades de nuestro organismo. Cuando esto sucede se hace necesario recurrir a cubrir estas necesidades a través de un suplemento alimenticio e vitamina D.

Son las siglas de Unidad Internacional, la unidad de medida estándar para las vitaminas. Se utiliza para medir la potencia de las vitaminas basada en su actividad biológica. Por ejemplo, 0,025 mg de vitamina D equivalen a 1.000 UI de esta vitamina.

Si bien ambas formas de vitamina D (D2 y D3) parecen ser igual de eficaces en el cuerpo, diversos estudios constatan que cuando se trata de elevar los niveles de vitamina D en sangre, la vitamina D3 es 56-87 % más eficaz que la vitamina D2. Además, el almacenaje de la vitamina D3 en el tejido adiposo es más de tres veces superior que el de la vitamina D2 *.

* Heaney RP, et al. Vitamin D3 Is More Potent Than Vitamin D2 in Humans. J Clin Endocrinol Metab 2010.

La vitamina D3 es la forma más biodisponible y la principal recomendación a la hora de elegir un suplemento con vitamina D. En términos matemáticos, la vitamina D3 es un 30% más eficiente.

La vitamina D se encuentra en suplementos de multivitaminas y multiminerales. También se puede conseguir en forma de suplementos dietéticos que contienen exclusivamente vitamina D o vitamina D combinada con algunos otros nutrientes.

Las dos formas de vitamina D disponibles en suplementos son D3 (ergocalciferol) y D3 (colecalciferol). Ambas aumentan la concentración de vitamina D en la sangre, aunque la D3 podría elevarla más y por más tiempo que la D2. Los suplementos de vitamina D3 se asimilan y se almacenan mejor que los que contienen la D2.

La vitamina D es muy inestable, sensible al aire, al calor y a la luz. Por ello, es especialmente importante utilizar complementos muy bien diseñados y fabricados con estándares de calidad altos y bajo controles de calidad GMP que aseguren la cantidad de vitamina D en el momento de la administración.

También es muy importante, por seguridad, que el complemento elegido permita la administración exacta y segura de la dosis recomendada.

Solvilit® Bebés es un complemento alimenticio con vitamina D, especialmente diseñado para administrar a bebés desde el nacimiento hasta los 3 años, que contribuye al crecimiento y desarrollo normal de los huesos y dientes y al buen funcionamiento del sistema inmunitario de los más pequeños de la casa. Se presenta en un frasco con 10 ml de solución oral y una pipeta de dosificación exacta para una administración precisa y segura.

En la primera infancia es crítico garantizar los niveles adecuados de vitamina D. Solvilit® Bebés está especialmente indicado en bebés alimentados exclusivamente con lactancia materna (debido al bajo contenido en vitamina D de la leche materna), lactantes alimentados con leche de fórmula no suplementada, y en niños que por distintas causas estuvieran en riesgo identificado. Es el caso de niños con baja exposición a la luz solar bien sea por hábitos culturales o por usar filtro solar en los paseos al aire libre, niños con piel oscura, niños obesos y niños prematuros.

Los bebés, sobre todo, en sus primeros meses de vida pueden tener necesidades nutricionales específicas. Solvilit® Bebés es especialmente aconsejable durante la lactancia, debido al bajo contenido en vitamina D de la leche materna.

Una dosis diaria de Solvilit Bebés aporta 400 UI (10 g) de vitamina D, cantidad recomendada por la Asociación Española de Pediatría, la AESAN (Agencia Española de Alimentación y Nutrición) y por organismos internacionales y sociedades científicas para cubrir las necesidades de esta vitamina en los bebes desde el nacimiento hasta los 3 años:


  0-6 meses (con lactancia materna exclusiva)   400 UI/día (10 µg/día)
  6-12 meses (con exposición solar mínima)   400 UI/día (10 µg/día)
  12-36 meses (con exposición solar mínima)   400 UI/día (10 µg/día)

Con el fin de asegurar que el bebé toma la dosis completa de vitamina D diaria, se recomienda administrar Solvilit® Bebés directamente en la boca del niño, evitando su incorporación en el biberón o alimento (yogur, leche, papilla, …) que el niño pueda no ingerir por completo. Leer en el prospecto las instrucciones de uso de Solvilit® Bebés.

Solvilit® Bebés se puede administrar a cualquier hora del día.

Solvilit® Bebés no contiene gluten, lactosa, azúcares, conservantes, aromas, ni colorantes.

Solvilit® Bebés debe conservarse en lugar seco y fresco, por debajo de 30º C, preservándolo de la luz y de fuentes directas de calor.

Solvilit® Bebés no tiene efectos secundarios conocidos cuando se toma según las indicaciones. No exceda la ingesta diaria recomendada. En caso de sobredosis, consulte con su médico.

Solvilit® Bebés está disponible en farmacias. Si, Solvilit® Bebés no estuviera disponible en su farmacia, el farmacéutico puede pedirlo inmediatamente y recibirlo en pocas horas. También puede pedirlo a través de las farmacias online.

Solvilit® Bebés puede adquirirse sin receta médica. En cualquier caso, dicha suplementación deberá realizarse bajo control médico o pediátrico.